miércoles, 25 de mayo de 2011

Pequeñas cosas


   Ahora me dedico al hurto. Me he permitido robar esta maravillosa  flor del Blog-jardín. de María. Estoy segura de que ella me lo perdonará.
   Me explicó que las abejas  liban, no de la flor grande, si no de las chiquititas  que están en el tronco de la flor.
   Las abejas si que son listas, listísimas, y han entendido que el néctar de la vida esta en lo más pequeño. En esos regalos que parecen insignificantes y que cada día la vida nos otorga, pese a que en muchísimas ocasiones los desdeñamos, porque ¿Qué valor tiene un día radiante de sol? O un día de lluvia blandita, o de brisa suave, o de rayos y truenos que te sobrecogen. ¿Qué valor tiene leer un buen libro, escuchar tu música favorita, pasear con tu amor o con un amigo? ¿Qué valor tiene comer cada día caliente y poder cobijarte bajo un techo? ¿Qué valor tiene ver la sonrisa de un niño y derretirte entera? ¿Qué valor tiene el despertarte cada mañana y ver que los dioses te han otorgado un día más para poder mirar esas maravillosas cosas que no tienen valor?
Definitivamente, las abejas si que saben.



1 comentario:

María Corleone dijo...

Hs escrito exactamente lo que yo estaba sintiendo mientras hacía la foto, sentía esto, además de una admiración incríble por el saber buscar la dulzura de las abejas y algunas personas :-). porque ya sabes que haberlas haylas, así que... ¡róbame lo que quieras!, Me alegra mucho volver a leerte. Un beso